Un día me contó
mi madre,que yendo mi padre en su coche un perro
callejero se víno detrás del coche hasta mi casa.
Cuando mi padre
abrió la puerta el perro se coló dentro de mi casa.
Mi madre en el primer
momento quizo echarlo pero el perro miraba a
mi madre con cara de pena,entonces mi madre le echó
de comer. Apartir de ese momento el perro formó parte
de mi familia.
Yo no recuerdo a ese perro porque apenas
tenía yo ocho o nueve meses,pero mi madre me
cuenta que estando en mi takataka me fui directo
hacia la escalera de mi casa y casi estaba a punto de
caer,cuando el perro me sujetó con su cuerpo, a la vez
que ladraba. Tan fuértes eran sus ladridos que mi madre salió
rápidamente para ver que pasaba, y al ver mi madre
que el perro me estaba sujetando me cojió rapidamente
en brazos.
Asi que mi perro me salvó de un accidente peligroso.
Marcos, 5º A
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