Érase una vez un
niño normal y corriente, llamado Cani, que quería explotar una pompa de jabón con forma de
niño.
Un día Cani se
encontró a Pompa y le intentó pinchar, pero como estaba cansado le dio otra
oportunidad.
Dos años después
estaba haciendo Pompa otro amigo llamado Manisi, porque se encontraba
solo.
Cani estaba
buscando a Pompa y Manisi. Los encontró pero Pompa también tenía un perro que
le acompañaba.
Como Cani quería
explotar a Pompa y a Manisi, el perro le atacó para defenderlos.
Cani se asustó
cuando el perro empezó a ladrarle y se dió cuenta de lo que iba a hacer.
Entonces Cani
aprendió una lección, de que no importa el aspecto de fuera, lo que importa si
eres bueno de corazón.
Hector Navarro C. 4º A
No hay comentarios:
Publicar un comentario