jueves, 4 de abril de 2013

Una casa encantada

 
LA CASA ENCANTADA



     El año pasado, el día de Halloween fue inolvidable para mí. Cuando por la noche mis amigos y yo tocamos al timbre de la vieja mansión que estaba al final de la calle la puerta se abrió sola con un chirriante ruido. Entramos a explorar, vimos que había tres escaleras e hicimos grupos de dos y cada grupo subió por unas escaleras.

El primer grupo entró en una habitación que era el comedor, la puerta se cerró dando un portazo. Detrás de ellos se manifestó un fantasma que los persiguió por toda la habitación.

El segundo grupo llegó a un dormitorio donde no había camas, solo había un espejo, un baúl y alguien maquillándose frente al espejo, se dieron la vuelta pero un amigo cayó al suelo y esa cosa que parecía ser un ánima se dio la vuelta, todos salieron corriendo hasta llegar a la calle.

Los dos grupos se encontraron, ya estaban a salvo, ¿Pero y nosotros?                         

¿Y el tercer grupo?

Abrió la siguiente  puerta que resultó ser un teatro, en el escenario junto a él había una caja. Empezamos a correr y al tocar una pared descubrimos una doble puerta que llevaba al jardín trasero que resultó no ser un jardín sino un cementerio donde empezaron a salir manos del suelo y a cogernos los pies, nosotros chillábamos aterrorizados, corrrimos sin mirar hacia atrás hasta que pudimos huir de los muertos vivientes y salir.

Ya todos juntos echamos a correr y nos fuimos a nuestras casas.
Cada año en la noche de Halloween recordamos la noche tan terrorífica y maravillosa a la vez que pasamos.

 

                                                                           Adrian Garcia Maldonado 5º A

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