UN MARCIANO EN EL VECINDARIO
Una vez un niño más o menos de nuestra edad, unos 11 años, que siempre iba al patio trasero de su casa, para ver las estrellas .Vio que un objeto redondo y verde con ventanas y una antena en el casco rodeado de una luz luminosa iba hacia el bosque , que estaba al lado de la casa del niño.
El niño se llamaba Manolito, vio que se acercaba una pequeña figura a él y que se metía en el trastero.
Manolito se fue corriendo a su casa. Los amigos de su hermano Pepe estaban comiendo pizza sin que su madre los viera porque estaba trabajando.
Su madre llegó a casa y regañó a Pepe.
Manolito fue afuera y como era un marciano que hablaba se conocieron y se hicieron amigos.
Un día Manolito engañó a su madre diciéndole que tenía fiebre, metiendo el termómetro en la sopa, que estaba ardiendo, y arropándose con muchas mantas para sudar y así meter al marciano en el cuarto de juguetes de su hermana.
El marciano, que se llamaba E.T., inventó un aparato; puso un teléfono, una bicicleta y una radio con cable para llamar a sus amigos y que lo recogieran.
El marciano con la radio puso los cables por los radios de la bicicleta y empezaron a girar las dos ruedas haciendo que el telescopio tuviera una visión ultravioleta.
La nave de E.T. estaba en el bosque rota y rodeada de algunos policías.
El niño se puso malo, de verdad, cogiendo su cara un aspecto blanco y lo mismo le pasó al marciano, pero como Manolito era fuerte se recuperó .En cambio el marciano no mejoró.
Al día siguiente el niño metió a E.T. en la bañera y de repente se puso a volar, pero enseguida paró.
Cinco días más tarde pusieron en marcha la nave, el “cachibache”, en el bosque y por la noche se vio otra vez.
A Manolito le costó mucho despedirse de su viejo amigo, pero lo tuvo que hacer.
Moraleja: no importa de dónde seas, de donde vengas o cómo seas ,puedes tener amigos, incluso de otro planeta.
Jorge Picado 6º B
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